Retos que hemos enfrentado en la vida Universitaria en la URL


 Como grupo de estudiantes de la Universidad Rafael Landívar, hemos enfrentado diversos retos a lo largo de nuestro recorrido académico. Uno de los más significativos ha sido adaptarnos a las exigencias del nivel universitario, especialmente en los primeros semestres, cuando todo era nuevo y desconocido. La transición de la educación media a la educación superior implicó un cambio en la forma de aprender, de estudiar y de organizarnos, lo que fue un proceso desafiante para la mayoría.





Ser estudiante de la URLes una experiencia profundamente enriquecedora, pero también está llena de desafíos que prueban nuestra resiliencia, determinación y capacidad de adaptación. Como grupo de estudiantes, hemos enfrentado una serie de obstáculos a lo largo de nuestro recorrido académico que, aunque exigentes, nos han ayudado a crecer tanto personal como profesionalmente.




 

La transición al nivel universitario: un comienzo desafiante

Uno de los mayores retos que enfrentamos, especialmente en los primeros semestres, fue adaptarnos a las exigencias del nivel universitario. La transición de la educación media a la superior representó un cambio radical en nuestra forma de aprender, estudiar y organizarnos. En el colegio, muchos de nosotros estábamos acostumbrados a una estructura más guiada, con menos autonomía y responsabilidades más definidas. En la URL, sin embargo, nos encontramos con un entorno que requería mayor independencia, pensamiento crítico y una gestión proactiva del aprendizaje.


Por ejemplo, las primeras semanas fueron abrumadoras para muchos: los planes de estudio más complejos, la necesidad de investigar por cuenta propia y la expectativa de participar activamente en clases nos obligaron a salir de nuestra zona de confort. Tareas como leer artículos académicos extensos, preparar exposiciones o aprobar exámenes más rigurosos pusieron a prueba nuestra capacidad de adaptación. Sin embargo, este proceso, aunque desafiante, nos enseñó a desarrollar habilidades de organización, a buscar recursos adicionales y a confiar en nuestra capacidad para superar lo desconocido. Con el tiempo, lo que parecía intimidante se convirtió en una oportunidad para crecer y descubrir nuestro potencial.

Gestión del tiempo: equilibrando múltiples responsabilidades

Otro reto significativo ha sido la gestión del tiempo, especialmente para aquellos que combinamos los estudios con trabajo, responsabilidades familiares u otras obligaciones. Para muchos de nosotros, la vida universitaria no se limita a asistir a clases y estudiar; también implica cumplir con jornadas laborales, cuidar de seres queridos o manejar compromisos personales. Este equilibrio ha requerido un esfuerzo constante para priorizar tareas y aprovechar al máximo cada día.


Durante las semanas de evaluaciones, el desafío se intensifica. Las fechas límite de proyectos, exámenes parciales y trabajos finales suelen coincidir, lo que genera altos niveles de estrés, ansiedad y, en ocasiones, cansancio físico y mental. Por ejemplo, hemos pasado noches largas preparando presentaciones o estudiando para exámenes, a menudo sacrificando horas de sueño o tiempo de descanso. Para superar este reto, hemos aprendido a usar herramientas como calendarios digitales, listas de tareas y técnicas de estudio más efectivas, como la técnica Pomodoro. Además, el apoyo de compañeros y profesores, quienes a menudo nos han orientado con plazos flexibles o consejos prácticos, ha sido clave para mantener el equilibrio y no sentirnos abrumados.

Barreras económicas y tecnológicas

La situación económica ha sido otro obstáculo importante para muchos estudiantes. El costo de la educación superior, aunque justificado por la calidad de la formación en la URL, puede representar una carga significativa, especialmente para aquellos que no cuentan con recursos financieros estables. Algunos compañeros han tenido que pausar temporalmente sus estudios, buscar empleos adicionales o solicitar becas para continuar su formación. Esta incertidumbre económica genera no solo preocupaciones prácticas, sino también un impacto emocional, ya que el temor a no poder costear los estudios puede afectar la motivación y la confianza.

A esto se suma el desafío tecnológico, que se hizo especialmente evidente durante la pandemia, cuando las clases pasaron a la modalidad virtual. Muchos estudiantes enfrentaron dificultades para acceder a herramientas esenciales, como una conexión a internet estable, computadoras adecuadas o un espacio tranquilo para estudiar. 

Superando la desmotivación y la presión académica

Finalmente, no podemos ignorar los retos emocionales y psicológicos que enfrentamos, como la desmotivación, las dudas vocacionales y la presión académica. En momentos de gran exigencia, como cuando los resultados de un examen o proyecto no reflejaban el esfuerzo invertido, muchos hemos sentido frustración o cuestionado si elegimos la carrera correcta. Estas dudas, aunque naturales, pueden ser abrumadoras, especialmente cuando se combinan con la presión de cumplir con las expectativas propias, de la familia o de los profesores.


Sin embargo, estos momentos de dificultad también han sido oportunidades para fortalecernos. La comunidad landivariana, con su ambiente de apoyo, nos ha ayudado a superar estas barreras. Por ejemplo, las sesiones de orientación vocacional, los espacios de diálogo con tutores y las conversaciones con amigos nos han permitido recuperar la motivación y recordar por qué comenzamos este camino. Aprender a pedir ayuda, ya sea a través de servicios de apoyo psicológico de la universidad o del consejo de un compañero, ha sido una lección invaluable que nos ha enseñado la importancia de la colaboración y la humildad.


Los desafíos que enfrentamos como estudiantes de la Universidad Rafael Landívar no son solo obstáculos, sino oportunidades para crecer, aprender y descubrir nuestra resiliencia. La transición al nivel universitario nos ha enseñado a ser autónomos y proactivos; la gestión del tiempo nos ha obligado a priorizar y organizarnos; las barreras económicas y tecnológicas nos han mostrado el valor de la perseverancia; y los momentos de desmotivación nos han recordado la importancia de buscar apoyo. Cada reto superado nos ha acercado más a convertirnos en profesionales competentes y personas íntegras, listas para enfrentar el mundo con determinación y un profundo sentido de comunidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario